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Recordar no significa que evadamos el presente, recordar si nos permite avanzar sin olvido, trayendo aunque sea imaginariamente por un lapsus de tiempo; situaciones, imágenes, paisajes de aquello que vivimos intensamente y en años en que era todo más tranquilo, no se conocía la violencia en la magnitud de estos días, en aquel tiempo se respetaba a los mayores a la autoridad y como no va a resultar emotivo revisar tal vez en fotos antiguas nuestro tiempo de infancia con los nostálgicos pantalones cortos o los pantalones golf de la primera mitad de los 50s, para luego en la adolescencia usar los primeros pecos bill, aquellos donde se ponía la peineta en una pierna.
Ya luego pasamos al uso del taquillero blue jeans con esa tela que se quedó para siempre en el gusto de la gente y que hoy predomina en el mundo por su comodidad y allí entre otras cosas estaban nuestros artistas favoritos, esperándonos, al asecho, para permitirnos crecer más felices: Carl Dobkins Jr, Tommy Edwards, Johnny Otis, Conway Twitty, Wanda Jackson, Dean Reed, Frankie Laine y en español escuchábamos a Los Cinco Latinos, Los Santos, Billy Cafaro, entremezclados con Elvis Presley, The Beatles, Brenda Lee, Paul Anka, Neil Sedaka, Connie Francis, Cliff Richard, Violeta Rivas, Palito Ortega, Enrique Guzmán, Los Teen Tops, Los Hooligans, Leo Dan, Yaco Monti, Hervé Vilard, Sandro, Adamo, Favio.
Entonces como renunciar a tan gratos recuerdos de infancia y juventud sana y alegre, en donde nuestros juegos inocentes como el de las bolitas, aquellas, las de yeso, universo, las charolitas, y luego el plantón, jugar al trompo, al yo-yo, a la mancha, al pillarse, a las escondidas, a llegado una carta, un dos tres reina es, un dos tres momia, al luche, saltar la cuerda, el hula hula, juntar láminas y tantos más que nos permitían ser felices con tan poco.
Hoy es más difícil pues todo lo que los niños ocupan es de alto costo. Por ello muchas de las canciones del recuerdo nos traen la nostalgia de años pasados que resultan inolvidables por la simplicidad, por lo alegre y por sobre todas las cosas, por la seguridad de vivir en un tiempo de gran respeto y protección a las personas.
Ya luego pasamos al uso del taquillero blue jeans con esa tela que se quedó para siempre en el gusto de la gente y que hoy predomina en el mundo por su comodidad y allí entre otras cosas estaban nuestros artistas favoritos, esperándonos, al asecho, para permitirnos crecer más felices: Carl Dobkins Jr, Tommy Edwards, Johnny Otis, Conway Twitty, Wanda Jackson, Dean Reed, Frankie Laine y en español escuchábamos a Los Cinco Latinos, Los Santos, Billy Cafaro, entremezclados con Elvis Presley, The Beatles, Brenda Lee, Paul Anka, Neil Sedaka, Connie Francis, Cliff Richard, Violeta Rivas, Palito Ortega, Enrique Guzmán, Los Teen Tops, Los Hooligans, Leo Dan, Yaco Monti, Hervé Vilard, Sandro, Adamo, Favio.
Entonces como renunciar a tan gratos recuerdos de infancia y juventud sana y alegre, en donde nuestros juegos inocentes como el de las bolitas, aquellas, las de yeso, universo, las charolitas, y luego el plantón, jugar al trompo, al yo-yo, a la mancha, al pillarse, a las escondidas, a llegado una carta, un dos tres reina es, un dos tres momia, al luche, saltar la cuerda, el hula hula, juntar láminas y tantos más que nos permitían ser felices con tan poco.
Hoy es más difícil pues todo lo que los niños ocupan es de alto costo. Por ello muchas de las canciones del recuerdo nos traen la nostalgia de años pasados que resultan inolvidables por la simplicidad, por lo alegre y por sobre todas las cosas, por la seguridad de vivir en un tiempo de gran respeto y protección a las personas.
Excelente articulo!
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