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martes, 8 de abril de 2008

Un recuerdo por los que partieron.


Los seres humanos somos sensibles y con variados sentimientos, andamos por la vida expresando nuestros afectos, nuestras odiosidades, pero somos así, el género humano es impredesible en sus actos individuales, sin embargo, estamos los mencionados primero , los de los afectos, aquellos que hemos prodigado nuestro afán común por preservar la historia y el recuerdo, sobre todo el recuerdo de nuestros artistas y más aún los que han partido prematuramente, desgarrándonos el alma, el espíritu.


Como no recordar la partida de tres grandes del rocanrol como lo fueron: Ritchie Valens, Big Boppers y Buddy Holly en esa enorme tragedia aerea del avión Bifcraff que les transportaba hacia una actuación y que enlutó la música, alguien dijo "El día que la música murió", Elvis Presley por su parte remeció al mundo entero con su muerte, como creer que algo así estaba pasando, para quienes crecimos con su música nos resultaba como inmortal, alguien tan lleno de vida y juventud, luego la partida de John Lennon uno de los líderes del grupo The Beatles, que fuera asesinado a manos de un demencial fanático, sus canciones ya tenían un sabor de amargura, como alguien podía trastocar la historia de esta manera, en un momento en que el artista tenía mucho más que entregarnos y como no recordar la partida de Nino Bravo, el romántico cantante español, que le había arrebatado el primero lugar a Raphael, con su canto y bajo el alero de Manuel Alejandro.
Sin duda la pérdida de Gervasió y en las circunstancias en que ocurrió, nos produjo un dolor muy grande, recordaremos que Gervasio, el cantante Uruguayo, formó parte de Nuestra Nueva Ola, cuando llegó a Chile a grabar aquellas canciones que se encumbraron en los primeros lugares, luego su partida a Argentina, país en el que participó en el festival de Buenos Aires, en donde conoció a Luis Grillo, quien lo apoyó desinteresadamente y le abrió las puertas de su hogar y las de un corazón solidario, luego integra el grupo Beat llamado Los Náufragos, en calidad de primera voz. Tuve oportunidad de conocerlo personalmente y conversar con él por el año 1983, cuando vuelve a Chile.


Otra gran figura cuya partida me entristeció hasta las lágrimas fue la de Rocío Dúrcal, ella siempre fue muy hermosa y con un talento a toda prueba, desde jovencita le vimos actuar en sus películas y escuchamos sus canciones, luego nos deleitamos con la cantante madura, haciendo dupla con Juan Gabriel.
Seguramente la muerte de Eduardo Franco, el cantante de Los Iracundos, fue de las más sentidas, ya que sus canciones están en todos lados, siempre las escuchamos, nos dio pena que un cáncer nos haya arrebatado a Eduardo, pero hay otra muertes que igual nos dolieron la de Kyu Sakamoto, Ricky Nelson, Dean Reed, por sus características, muertos en accidentes aereos o "suicidios".


Pero seguramente de los dolores más grandes son aquellas muertes de los cantantes Chilenos, que nos dieron sus mejores canciones, para que nuestras vidas y nuestros días, sean más gratos. La muerte de Carlos González, un hombre versátil muy querido, Sergio Inostroza, lejos de nuestra tierra, Rafael Palacios, sorpresivamente en Valparaíso. En fin, todas esta partidas está grabadas en nuestros corazones y hoy nuestro recuerdo es un pequeño homenaje de gratitud por todo lo que nos dieron.

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