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viernes, 2 de enero de 2015

SOÑEMOS

¿Cuando íbamos a pensar que habiendo pasado tantos años, nos seguirían gustando nuestro artistas de juventud, nuestros cantantes, nuestros conjuntos?. Creo que la magia se produce por lo intenso de vivir en función de la radio en aquellos años. En las emisoras aparecían los últimos hit's de moda y nosotros, "enloquecíamos", no existían otros elementos de distracción y allí se mezclaban los gustos, pues daba lo mismo escuchar "Only You con The Platters o algo de Los Vargas "Nunca podrán", un vals Peruano que arrasaba en su tiempo y el Trío Los panchos con Johnny Albino "Siete notas de amor" y de pronto surgía el envolvente ritmo del rocanrol con Elvis Presley a la cabeza "Prisionero del rocanrol", eso pasaba a fines de los años 50s, más tarde comienzan a generarse movimientos musicales juveniles en todos los paises y en lo que nos toca.

Por el año 1959 se inicia La Nueva Ola Chilena con Nadia Milton, Los Flamingos, The Five Ravello's Rocker, Peter Rock, Dick Roberts, Danny Chilean, Pat Henry y otra cantidad enorme de jóvenes que buscan algún tipo de emancipación, de saltar de la música que tradicionalmente se escuchaba a algo con más esencia juvenil.

Allí entonces crecimos con el ritmo del rocanrol el twist, el shake y el go-go, quedando un tanto rezagados, ritmos como el clásico bolero, cha cha cha y la ranchera, que en algún momento fueron las que acaparaban nuestra absoluta atención, recordemos que la música mexicana, tenía un arraigo profundo, pues estas canciones o estos artistas, venían unidos a sus taquilleras películas, bueno, el cine también mandaba en aquel entonces y su papel fue determinante para la cultura de jóvenes como usted o como yo nos llevamos toda esta influencia.

Cuando jovencitos asistíamos a los "malones", que de malones no tenían nada, mas bien, eran "gûenones", si muy gûenones. Allí junto al pick up colocábamos los discos de moda, un Ricardito, Fats Dómino o Bill Haley y las patitas se nos iban y para bailar había que solicitar permiso a la persona que acompañaba a la niña que iba a sacar a bailar, luego en el mismo baile era común comenzar a pasar la escoba, para reemplazar al bailarín y el último que se quedaba con la escoba era víctima de un sano bullyng y al rato sonaban otras canciones, el twist del tren, cuantos pares son tres moscas o caprichito, ¡que mágico tiempo!.., ¡que felices fuimos! Como nos gustaría que aquello se repitiera, bueno soñar no cuesta nada, entonces como diría Argentino Ledesma "Soñeeemoooos que me quieres y te quierooooo"

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