Somos muchos los apasionados por la música del recuerdo de los años 50. y 60. Aquellos que fuimos denominados en su oportunidad como Coléricos o como calcetineras, no se porqué nos pusieron así, ni quién o quienes lo hicieron. En los jóvenes tal vez fue por nuestra vehemencia y en ellas, por usar esas calcetas con las faldas plisadas, su cabello escarmenado y con la naciente laca, mientras nosotros nos peinábamos usando gomina Brancato o Brillantina Glostora lucíamos a la moda. En el bolsillo del blue jeans la infaltable peineta tipo pescado, había mucho de pretensiones para lucir mejor, muchos llevábamos bajo el brazo nuestro tesoro más preciado, tal vez el último Long Play de Ricky Nelson o Billy Cafaro, para animar la fiesta de la semana el incomparable "malón", que de malón no tenía nada porque era muy bueno, se escuchaban las canciones de moda, las que estaban pegando y que giraban y giraban en un pick-up Garrard o Dual, el ambiente estaba hecho "Mucho amor" con The Ramblers, Presumida con Los Teen Tops, Hermana Transistor con Freddy Cannon, "Cuna de amor" con Johnny Preston, había ritmo...mucho ritmo, luego unas miradas furtivas, el primer flechazo para dar inicio a un romance, un sano romance de juventud, que marcaría el comienzo y nuestros eternos recuerdos, y pensar que son aquellas pequeñas cosas que no se olvidan y que se hacen imprescindibles en nuestro ser. Cuantas veces fui yo el que puso la música en los malones que hacíamos con mis hermanos en Punta Arenas, tal vez era mejor para aquello, que para bailar, aunque con mi hermana Marcela que está fallecida, hacíamos pareja para el rocanrol y creo que lo hacíamos bien. Por ello, esta música es nuestro aíre para respirar, para sentir, para evocar aquellos días de juventud, somos hijos del pasado, de una gran cultura que se recuerda con nostalgia, con pasión. Que lejos en el tiempo, han quedado nuestros pantalones con bastillas, las camisas almidonadas y con colleras, las faldas almidonadas, las enaguas can cán, nuestros sueños de juventud. Que lejos han quedado nuestros amigos de la adolescencia, tan rápido se nos ha pasado el tiempo, que se añora saber o pensar, que nunca más correremos a cazar un autógrafo o juntar las fotos de nuestros artistas favoritos de la música y el cine. "Como te haz ido tiempo", que no diéramos por volver, aunque sea un pequeño momento a caminar las mismas calles de nuestra juventud, darle vida a aquellos que ya partieron, para fumar juntos quizá un último cigarrillo "Opera" y aspirar el tiempo, este hermoso tiempo que nos queda. Que sigan sonando entonces las guitarras, la de Alsup Gallup, James Burton o tú Chuck Berry, digiten las cuerdas para darnos el sonido del rock n’ roll, quiero beber rock n’ roll hasta saciar mi sed de recuerdos. Quiero tener "Buen rock esta noche", ¿Me acompañan?...La juventud no muere, ¡está presente!.
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